Situación de Alemania: República de Weimar
Al terminar la Primera Guerra Mundial el país más
perjudicado fue Alemania, ya que en el Tratado de Versalles (1919) los países
vencedores le impusieron condiciones extremadamente duras, por que lo
consideraban el principal responsable de la guerra. Esto provocó que los
alemanes se sintieran humillados y alojaban un gran resentimiento, pues,
además, gran parte de las ciudades alemanas estaban destruidas.
En el aspecto político, con el fin de la guerra se suprimió la
monarquía que había caracterizado al imperio alemán, y se dio inicio a una
república parlamentaria y democrática, denominada República de Weimar (por el
nombre de la ciudad donde se firmó la nueva Constitución). En este nuevo sistema
existía un presidente elegido por voto directo, que tenía amplios poderes, como
designar al canciller, quien finalmente ejercía el Poder Ejecutivo.
Al tiempo de aprobar la Constitución, los grupos políticos
alemanas se diferenciaron claramente. Por un lado la República fue apoyada por
liberales, socialdemócratas y grupos vinculados al centro político. Pero, por
el otro lado la nueva Constitución y el gobierno contaron con la oposición de
grupos de extrema izquierda y de extrema derecha, como el Partido
Nacionalsocialista de Trabajadores Alemanes, conocido como partido nazi. Este
partido, creado en 1919, se caracterizaba por su ultranacionalismo y su dura
oposición al comunismo y al parlamentarismo liberal. Si bien el apoyo a este
partido fue escaso en sus inicios, en la década de 1930, la agrupación y su
líder, Adolf Hitler, adquirieron un gran protagonismo.
Durante la década del veinte el partido nazi se organizara
formal e ideológicamente. En 1923, los nazis intervinieron violentamente en el
escenario político a través de un fracasado intento de golpe de Estado. Hitler
y otros dirigentes del partido fueron condenados a prisión, aunque al cabo de
un año, fueron liberados por una amnistía general a presos políticos. Desde la
prisión Hitler comenzó a escribir “Mein Kampf” (Mi lucha), que salió a la luz
en 1925. Con ella se establecieron las bases ideológicas del nazismo: la afirmación de la superioridad de
la raza aria, la crítica a la democracia, el expansionismo territorial, basado
en la idea de la consolidación y defensa de un espacio vital, y el
anticomunismo. En forma paralela se consolidó el núcleo dirigente del partido y
se definió su estructura altamente jerarquizada, que incluía una sección
paramilitar encargada de las acciones violentas, y que se encontraba absolutamente
sometida a Hitler.
Para el nazismo fue clave la década del treinta. La crisis de
1929 había golpeado a Alemania, provocando un profundo descontento social. El
desempleo era muy alto y la inflación había generado un empobrecimiento de la
clase media y los sectores obreros. Este escenario fue explotado por la
propaganda del partido nazi, que logró convertirse en la segunda fuerza
política de Alemania en las elecciones de 1930. Por otro lado, el nazismo
obtuvo sostén político y financiero de grandes grupos económicos alemanes que
veían con temor el fortalecimiento del Partido Comunista. El apoyo electoral
del nazismo fue en aumento, lo que, sumado a la presión ejercida a través de
actos de masas y acciones callejeras violentas, llevó a que Hitler fuera
nombrado canciller de Alemania en 1933. A partir de este momento se inició el
giro hacia un régimen totalitario: el III Reich o Tercer Imperio Alemán. Ese
mismo año, Hitler acusó a los comunistas de incendiar el Parlamento Alemán (Reichstag),
decretando la prohibición del partido y la supresión de los derechos
constitucionales. Al año siguiente, reforzó su control sobre el partido
mediante el asesinato de los líderes nazis con los que tenía rivalidades lo que
paso a la historia como la “Noche de los cuchillos largos”. Luego, creó una
policía secreta llamada Gestapo, que reprimía y controlaba a los disidentes. El
Partido Nacionalsocialista pasó, de esta manera, a ser el único partido
político permitido.
En forma paralela comenzó la política antisemita, iniciando
un proceso de separación de los judíos y un intenso programa de propaganda
racista a través de los medios de comunicación. En materia económica, Hitler
impulsó un plan estatal que organizaba la producción, los salarios y el
comercio. Reactivando la industria bélica, redujo drásticamente el desempleo y
posicionó a Alemania como una potencia económica hacia 1939.
Para elaborar el esquema se utilizó la herramienta: Bubbl.us
Para elaborar el esquema se utilizó la herramienta: Bubbl.us
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